El enlace perfecto (Colosenses 3:14–17)
Pablo exhorta a los creyentes a mantener la unidad y amarse entre uno al otro. Pueden existir desacuerdos, pero por el bien mayor se mantenga la unidad. Adicionalmente, el estudio de la biblia produce una natural y contante adoración a Dios. Debemos anhelar crecer en nuestra relación con Dios.
Adoración ungida (1 Juan 2:18–27)
En la iglesia primitiva se había levantado opositores del evangelio entre la iglesia. Habían desparramado falsa enseñanza para confundir a la iglesia, pero Juan les dejo saber que tenían el discernimiento del Espíritu Santo para filtrar la enseñanza que recibían. Al igual, cada uno de nosotros tenemos el Espíritu y la palabra de Dios para discernir lo que escuchamos.
Vence con adoración (2 Crónicas 20:14–19)
Judá y el rey Josafat iban a enfrentar una guerra que solos iba a ser difícil. Dios levanta a un Jahaziel, un adorador, para compartir que Dios iba a pelear la guerra por ellos. Dios pelea por nosotros, pero mientras lo hace debemos esperar y adorar. Vencemos con nuestra adoración.
La razón de mi adoración (Salmos 103:1–2)
El salmista se anima a sí mismo y trae memoria del porqué adorar a Dios. Dios había hecho muchas cosas en su vida al igual que él ha hecho con la nuestra. Debemos adorarle y no olvidar de lo que él ha hecho por nosotros.
Viviendo en asombro (Mateo 2:1–12)
Ante el nacimiento de Jesús, los magos viajaron millas para conocer al Mesías prometido, al llegar a su destino lo recibieron con asombro. Luchemos para no perder el asombro por Jesús.
Se trata de enfoque (Génesis 4:1–8)
Dios quiere el enfoque en nuestra adoración. Vamos a explorar la historia de dos hermanos que trajeron ofrenda a Dios, pero cada una fue recibida diferente.
Soy un adorador (Salmos 73:21–28)
El salmista habla de una realidad que en cualquier circunstancia que acontezca, Dios permanece bueno y solo Él debe de ser el motivo de nuestra adoración.
Conociendo el poder (Hechos 13:42–52)
Pablo y Bernabé predicaron a Cristo al punto de impactar toda una ciudad y a causa recibieron persecución y resistencia. Aun así, perseveraron en proclamar el poder del evangelio.
Espera lo que esperabas ( Hechos 10:44–48)
Pedro hace una visita a la casa de Cornelio donde Dios les da una verdad que Él ha aceptado a todas las personas que creen en su hijo sea judío o gentil.
La conversión de un hombre religioso (Hechos 9:3–7)
La religión no es suficiente para salvar y transformar al hombre. Solo Jesús tiene el poder para hacerlo, él da nuevos propósitos a los hombres.