LECCIÓN 12
Viaje de Pablo a Roma (Hechos 27–28)
Esquema
Preparativos y Desafíos Iniciales (Hechos 27:1–12)
La Tempestad y el Naufragio (Hechos 27:13–44)
Llegada a Malta y Roma (Hechos 28:1–16)
Idea central: Estudiar el proceso de Pablo hasta llegar a Roma.
Preparativos y Desafíos Iniciales (Hechos 27:1–12)
Debemos estar abiertos al sabio consejo
Pablo advirtió al centurión sobre los peligros del viaje, pero él no hizo caso y el barco se hundió más tarde (vv. 27:9–11)
Podemos evitar muchos peligros si buscamos y seguimos el sabio consejo (Proverbios 11:14; 12:15; 15:22)
El opuesto de un hombre sabio es uno necio
El hombre necio sufre daño porque no escucha consejo (Proverbios 13:2; 22:23)
El hombre necio se considera sabio en su entendimiento (Proverbios 26:4–5)
El hombre necio es de genio rápido (Proverbios 29:11)
Si deseas ser sabio, debes comenzar por temer al Señor y escuchar Su instrucción (Salmos 111:10; Proverbios 1:7)
La Tempestad y el Naufragio (Hechos 27:13–44)
Dios tiene el poder para intervenir en respuesta a la oración de intercesión
Después de sufrir pérdidas del barco, un ángel se presentó ante Pablo y confirmó que Dios le había concedido la preservación de la vida (vv. 27:21–26)
Cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles, podemos buscar la guía de Dios y escuchar Su voz, lo cual solo es accesible a través de la comunión con Él (Santiago 4:8; 5:15-16; Salmos 25:14)
Confía en las promesas de Dios
Después de 14 días sin comer y sintiéndose desanimado, Pablo animó a todos diciéndoles que ni un cabello de sus cabezas perecería. Pablo confiaba en la palabra que Dios le había dicho a través del ángel (vv. 33–35)
Incluso en tiempos difíciles, Pablo mantenía la gratitud y daba gracias a Dios. Esto es una característica de alguien que confía plenamente en la palabra de Dios (v. 36).
Dios habla verdad y todo lo que dice se cumplirá (Romanos 3:4; Josué 21:45; Ezequiel 12:28)
Llegada a Malta y Roma (Hechos 28:1–16)
Dios protege en medio del peligro
Pablo fue sorprendentemente mordido por una serpiente venenosa, pero Dios lo preservó de morir por el veneno (20:7–12)
Cuando crees en Dios y sigues Su propósito, Él te protegerá (Marcos 16:17–18; Salmos 23:4; Mateo 28:20)
Dios cumplirá su propósito en tu vida
Después de ser arrestado y enfrentar muchos peligros, Pablo finalmente había llegado a Roma, tal como Dios le había hablado. Ahora podía predicar libremente el evangelio sin impedimento (v. 30)
Sin duda, Dios continuará trabajando contigo y completará la obra que ha comenzado en tu vida (Filipenses 1:6)