Vive para Dios (Santiago 4:1–10)
Debemos tomar una decisión firme en nuestra fe, eligiendo vivir para Dios y no para nuestros propios deseos egoístas.
Demuestra misericordia (Lucas 10:25–37)
El crecimiento espiritual consiste en amar a Dios y al prójimo con compasión y misericordia, superando barreras sociales y culturales.
El crecimiento spiritual (Filipenses 3:12–16)
El crecimiento espiritual es un proceso continuo de llegar a ser más como Cristo, lo que requiere perseverancia, dejar atrás los logros y fracasos del pasado, y enfocarse en la recompense eterna con Él.
La misericordia de Dios (Jonás 4:1–4)
Dios es misericordioso y nos llama a reflejar esa misma misericordia en nuestras vidas.