Jesús tiene poder (Hechos 3:11-16)
Idea central
Confía en el nombre de Jesús, porque solo Él tiene el poder para salvarte y transformar tu vida.
Contexto bíblico
Después de que Pedro y Juan sanan a un hombre cojo en la entrada del templo, una multitud se reúne asombrada por lo ocurrido. Aprovechando la atención del pueblo, Pedro se levanta para explicar que el milagro no fue por su propio poder, sino por la fe en el nombre de Jesús. En su mensaje, Pedro confronta al pueblo recordándoles que rechazaron al Mesías y pidieron la liberación de un asesino en su lugar. Sin embargo, también les ofrece esperanza: el mismo Jesús que ellos crucificaron ha sido exaltado por Dios, y en su nombre hay poder para sanar y salvar.
Expliquémoslo
1. Jesús murió para salvarnos (vv.11–15)
Después de que el hombre cojo fue sanado, todos los que estaban en el templo se llenaron de asombro. El milagro fue tan impactante que una gran multitud corrió hacia Pedro y Juan. Pedro no se atribuyó el mérito, sino que dirigió la atención directamente a Dios. Aprovechó la oportunidad para predicar su primer mensaje público, el cual tendría un impacto eterno: más de cinco mil personas llegarían a la fe poco después (Hechos 4:4). Pedro dejó en claro que fue en el nombre de Jesús, el mismo que había sido entregado, negado y crucificado, que el hombre fue sanado.
Pedro no suavizó su mensaje; habló con verdad y convicción. Recordó al pueblo que ellos pidieron la liberación de un asesino en lugar del Autor de la vida. Aunque físicamente no lo crucificaron, fueron parte del rechazo colectivo hacia el Mesías. Esta confrontación nos invita a mirar hacia adentro. Aunque no estuvimos presentes, nuestra rebelión y pecado también lo llevaron a la cruz (Isaías 53:5). Jesús no fue obligado; Él eligió morir por amor a nosotros (Romanos 5:8). Su sacrificio nos exige una respuesta: ¿Confiamos en nuestra justicia, religión o sabiduría, o en el Salvador que murió en nuestro lugar?
Jesus te salvó por amor
La salvación no puede ser obtenida por obras, sino únicamente por fe en el hijo de Dios
Qué aprendemos: Nuestors pecados nos separan de Dios pero la muerte de Jesús en la cruz nos a reconciliado.
Preguntas para discutir
¿En qué maneras prácticas hoy seguimos rechazando a Jesús, aunque decimos que creemos en Él?
2. Hay poder en la fe en Su nombre (v.16)
Pedro afirma con claridad que el milagro sucedió por la fe en el nombre de Jesús. Este no fue un acto mágico, ni un poder humano, sino la obra divina activada por una fe viva. El nombre de Jesús representa su persona, su carácter, y su autoridad. Para los judíos que esperaban al Mesías, esta declaración tenía un peso profundo: Pedro les estaba diciendo que Jesús es el Mesías prometido, y que su nombre tiene poder para sanar, salvar y transformar.
Esta verdad es igual de poderosa hoy. La Biblia nos enseña que solo Jesús es el camino al Padre (Juan 14:6), que su nombre es sobre todo nombre (Filipenses 2:9–11), y que no hay otro nombre dado a los hombres en que podamos ser salvos (Hechos 4:12). Tener fe en su nombre no es repetirlo como una fórmula, sino confiar profundamente en quién es Él: el Hijo de Dios, Salvador y Señor. Esa fe activa abre puertas, rompe cadenas, y nos conecta con el poder de Dios mismo. Solo Jesús tiene la autoridad suprema; y su nombre merece ser creído, honrado y proclamado.
Ten la confianza a orar por los demás en el nombre de Jesús. El hizo la obra en la cruz.
Qué aprendemos: Hay poder en el nombre de Jesús.
Preguntas para discutir
¿Crees que a veces tratamos el nombre de Jesús como una fórmula en vez de una relación? ¿Cómo lo puedes evitar?
Llamado a la acción
Confía hoy en el nombre de Jesús para recibir su poder que salva y transforma. Ora con fe, reconociendo que solo Él tiene la autoridad para cambiar tu vida y sanar tus heridas. Vive con la certeza de que en su nombre hay vida nueva.